Cada 22 de mayo se conmemora el Día Mundial de la Diversidad Biológica, una efeméride impulsada por Naciones Unidas para concienciar sobre la amenaza que supone para el planeta y la humanidad la pérdida de biodiversidad. La subsistencia de la humanidad depende de la existencia de variedad de especies para conseguir alimento, materias primas o medicamentos, además de para prevenir casos de zoonosis (transmisión de enfermedades de animales a humanos).

Por todo ello, este año el lema propuesto es: «Construir un futuro compartido para toda la vida en la Tierra».

¿Qué es la diversidad biológica?

La diversidad biológica, o biodiversidad, hace referencia a la amplia variedad de especies de todo tipo (plantas, animales y microorganismos, entre otros) presentes en un lugar. También incluye en su definición a la pluralidad de ecosistemas.

La RAE, por su parte, define ecosistema como: “Comunidad de los seres vivos cuyos procesos vitales se relacionan entre sí y se desarrollan en función de los factores físicos de un mismo ambiente”.

¿Por qué el consumo de sal marina Bras del Port contribuye a la diversidad biológica?

La sal marina, a diferencia de otras sales, se produce con materias primas naturales y fuentes de energía renovables, ya que se basa en la evaporación de agua del mar gracias a la acción del viento y el sol.

Este proceso es el que se da en Bras del Port para producir el “oro blanco” tan presente en nuestras cocinas para realzar el sabor de los alimentos pero también usado en descalificadores o para la desinfección del agua de las piscinas (mediante electrólisis salina).

Para producir los cristales de sal es necesario contar con lagunas de agua marina de gran extensión pero con escasa profundidad. Como resultado, se obtiene un humedal apto para el desarrollo de un ecosistema lleno de vida. Al mantener las capas de agua durante todo el año, se crea el hogar ideal para numerosas especies de aves, peces, reptiles, plantas, microorganismos… La presencia de estos organismos, a su vez, ayuda a la producción de sal, creándose una hermosa simbiosis industria-naturaleza como os contábamos en esta entrada de nuestro blog.

Por todo ello, cuando decides apostar por el consumo de sal marina Bras del Port, estás apoyando un modelo de producción sostenible que promueve la diversidad biológica.

Bras del Port se halla en el corazón del Parque Natural de las Salinas de Santa Pola, un espacio natural protegido de más de 2.500 hectáreas de excepcional valor ecológico. Prueba de ello es su inclusión en el listado de humedales de relevancia RAMSAR y su declaración como ZEPA (Zona de Especial Protección para las Aves) por la UE.

¿Qué especies habitan en el Parque Natural de las Salinas de Santa Pola?

Sin duda, el grupo más numeroso lo constituye el de las aves ya que las charcas de aguas salobres son el medio ideal para los flamencos pero también para las gaviotas, garzas, varios tipos de pato (somormujo, tarro, cerceta…), chorlitejos, avocetas, entre otros. Asimismo, las salinas marítimas suponen un refugio para hacer un alto en el camino en las largas rutas migratorias que suele emprender la avifauna que no reside todo el año en una misma ubicación.

También se mueven por estos entornos peces como el fartet (típico de la zona de la Comunidad valenciana) o el mújol. Igualmente, el reino vegetal se desarrolla en entornos extremos de elevada salinidad dando paso a la salicornia o el limonium santapolense junto al numeroso carrizo.

No podemos olvidarnos de los seres de menor tamaño como la artemia salina (un crustáceo diminuto que es la base de la dieta de los flamencos y varios tipos de bacterias y algas, cuyo comportamiento ha sido objeto de estudio por investigadores de tanto prestigio como el descubridor del método de edición genética, Francis Mojica.