Hoy queremos contaros en este post cómo se estructura el Parque Natural de las Salinas de Santa Pola. Este espacio natural recorre los municipios de Santa Pola y Elche desde el litoral hacia el interior.

Mucha gente tiene dudas sobre cómo se relacionan las salinas Bras del Port y el Parque Natural y es lógico ya que es necesario conocer un poco de historia para comprenderlo mejor.

Todo comenzó con la actividad salinera

La actividad salinera fue anterior a la declaración del Parque Natural ya que, en este caso, fue el trabajo del hombre, y más concretamente de Bras del Port, el que acabó generando un rico ecosistema lleno de vida. Un claro ejemplo de compatibilidad de los usos tradicionales y la conservación del medio. Ya dedicamos un post precisamente a esta particular simbiosis industria-naturaleza.

Una salina marina es un humedal artificial constituido por lagunas de gran extensión y poca profundidad donde se cristaliza la sal fruto de la evaporación del agua que llega desde el mar. También os contamos en este post algunas claves y cómo se produce la sal marina con más detalle.

Históricamente estuvieron funcionando tres explotaciones salineras dentro de la extensión del parque. La salinas más antiguas y que siguen en activo son las de Bonmatí, poco después, hacia 1900 comenzamos la actividad en Bras del Port y, por último, se puso en marcha la de Múrtulas. Ésta última cesó su actividad a finales de los 70 y parte del terreno y su molino de sal fueron adquiridos por el Ayuntamiento de Santa Pola para la constitución del Museo de la Sal.

Declaración del Parque Natural

Las Salinas de Santa Pola, gracias a su excepcional valor ecológico, fueron declaradas Parque Natural en el año 1994 (aunque en 1988 habían sido ya reconocidas como Paraje Natural de la Comunidad Valenciana). Tienen una extensión de unas 2.500 Ha que comprenden las explotaciones salineras de Bras del Port (más de 900 Ha), las de Bonmatí (unas 400 Ha), charcas salobres dedicadas a la caza y pesca, una zona litoral compuesta por dunas y playas naturales y unos terrenos de explotaciones agrícolas.

Este paraje destaca por su enorme biodiversidad y la presencia de diversos endemismos (especies que sólo existen en este hábitat), como el limonium santapolense (planta) o el fartet (pez). Más de 40 especies forman parte de nuestro ecosistema, a los que se suman diversas especies vegetales propias de las dunas litorales, como el carrizo. Es destacable la presencia de una numerosa avifauna, parte de la cual habita durante todo el año en el parque, gracias al mantenimiento de las láminas de agua en las lagunas de manera ininterrumpida. De todas ellas destaca sin duda el flamenco, todo un símbolo vivo de las salinas.

Centro de Interpretación del Parque Natural

Como comentamos arriba, las extintas salinas de Múrtulas se reconvirtieron en un Centro de Interpretación del Parque Natural y el antiguo molino salinero dio paso al edificio que hoy ocupa el Museo de la Sal. En él podemos conocer el proceso de producción y recolección de la sal marina y su historia, además de información sobre las especies que habitan el parque.
Además, es posible disfrutar de las maravillosas vistas que ofrece una laguna repleta de flamencos situada frente al museo.

Sin duda paisajes mágicos, llenos de vida y que demuestran que el hombre y la naturaleza pueden convivir en total armonía.