La salicornia tiene muchos nombres: alacranera de las marismas, lechuguina, salicor, espárrago de mar, hierba salada, hierba de cristal… Estos nombres responden a diferentes usos y connotaciones de esta planta que os vamos a ir contando a lo largo de este post.

Características de la salicornia

La denominación “salicornia” significa “cuernos salados” y responde a la morfología de esta especie silvestre halófila (oficialmente denominada Salicornia europea), que crece en terrenos con elevada salinidad, especialmente en los márgenes de las salinas marinas u otros humedales salados. Es de talla menuda, ya que no supera los 30 cm de altura, y la encontramos en zonas mediterráneas desde Alicante a Barcelona, pasando por Baleares. Las lagunas saladas de Bras del Port son por ello un entorno ideal para estas plantas que configuran el paisaje vegetal típico de nuestro paraje. También existen otras especies (se conocen unas 60) en países como China, México o Argentina.

Esta “hierba salada” es de tipo perenne y pertenece a la familia de las quenopodiáceas. Posee un tallo horizontal cuyas ramas son laterales y están articuladas en pequeños nudos (como pequeñas escamitas o “cuernecillos” unidos unos a otros) con tonalidades verdes y anaranjadas. Gracias a un mecanismo regulador, es capaz de separar la sal del agua y, así, deshacerse del exceso de cloruro sódico que no necesita.

De la naturaleza a tu mesa: la salicornia accede al universo gourmet

En España, cocineros prestigiosos ya han comenzado a dar a conocer los usos culinarios de la salicornia aunque aún es una gran desconocida. Este ingrediente de origen vegetal ofrece una textura carnosa y crujiente al morder que aporta una cierta intensidad salada que recuerda a la de las algas. Puede recordar en paladar al espárrago triguero.

Se puede degustar cruda, en ensaladas, hervida o salteada, con huevos a modo de revuelto o con pescados o mariscos. También puede resultar interesante como elemento decorativo de los platos colocando una ramita sobre un lomo de pescado como dorada, lubina o merluza.

Propiedades saludables de la salicornia

La salicornia es rica en proteínas, hidratos de carbono, fibra, ácidos grasos insaturados como el omega-6 y omega-3 (que son buenos para el corazón, frente a los ácidos grasos saturados), vitaminas y minerales como el calcio, magnesio, el sodio, el potasio y el yodo. Componentes que lo convierten en una excelente fuente de hidratación sin apenas calorías.

Algunos estudios sugieren que refuerza el sistema inmunológico por lo que podría tener una capacidad protectora para nuestro organismo.

¿Por qué la salicornia se conoce como Hierba de cristal?

Vamos a desvelar ahora de dónde viene la denominación de la salicornia como “hierba de cristal”. Resulta que esta planta se usaba para obtener ceniza de carbón (carbonato de sodio), gracias a su alto contenido en sodio, un ingrediente habitual en la fabricación de jabón. Pero esta aplicación no fue la única.

En el siglo XIII, Venecia destacaba como un importante productor de vidrio y la isla de Murano era un referente en innovación ya que se deseaba obtener un producto diferenciado de la mayor calidad posible. La mayoría de vidrio en esta época era opaco porque su mezcla incorporaba muchas impurezas y burbujas. La experimentación de los pioneros artesanos les llevó a cambiar las sales minerales por minerales procedentes de plantas como el de la salicornia. Su ceniza reducía el punto de fusión del silicio (material fundamental para la obtención del vidrio) por lo que las pequeñas burbujas que se producían cuando se fundía lograban ir hacia la superficie y explotar, dejando un material mucho más homogéneo y transparente.

No obstante, estas aplicaciones quedaron obsoletas a mediados del siglo XX y actualmente sus aplicaciones industriales se centran en la producción de biodiésel.

Sin duda, el “espárrago de mar” o salicornia es un vegetal muy versátil pues ha sido utilizado en industria, medicina y gastronomía. Todo un descubrimiento.