Esta semana (el sábado 22 de mayo) se celebra el Día Mundial de la Diversidad Biológica, una efeméride promovida por Naciones Unidas con el objetivo de concienciar acerca de su importancia mundial. Desde la organización nos invitan a reflexionar sobre nuestra relación con la naturaleza ya que dependemos de ecosistemas saludables para conseguir alimento, materias primas, agua, medicamentos, entre otros recursos.

El lema propuesto este año es “Soy parte de la solución”, invitando al papel activo de cada individuo o colectividad en pro del mantenimiento de una riqueza biológica en nuestro planeta.

¿Qué es la diversidad biológica y por qué es tan importante?

La diversidad biológica, o también denominada biodiversidad, designa la amplia variedad de plantas, animales y microorganismos existentes en un lugar pero también la variedad de ecosistemas.

Como ya mencionábamos arriba, dependemos de diversos ecosistemas para obtener bienes de primera necesidad pero su papel no se limita a este rol de aprovisionamiento. Naciones Unidas nos advierte acerca del aumento de casos de zoonosis (proceso de transmisión de enfermedades de animales a humanos) si baja la biodiversidad, lo que también incrementaría el riesgo de sufrir futuras nuevas pandemias como la actual del coronavirus que estamos padeciendo a nivel planetario.

Las salinas Bras del Port constituyen un reservorio de biodiversidad

Gracias a su actividad salinera, Bras del Port ha creado un ecosistema de riqueza inigualable, creciente y lleno de vida, en el que, durante más de un siglo, el viento y el sol han sido, y siguen siendo, nuestros mayores aliados en el proceso de obtención de una sal marina totalmente natural.

Con los años, se ha llegado a un equilibrio perfecto en el que la naturaleza y la industria no solo conviven, sino que se benefician mutuamente durante el propio proceso en una simbiosis industria-naturaleza única como os contábamos en el post de las salinas marinas son generadoras de ecosistema. La producción salinera contribuye decisivamente al mantenimiento de las condiciones que posibilitan la existencia de este hábitat. El movimiento del agua del mar no se detiene, manteniéndose durante todo el año la lámina de agua del humedal donde la presencia de la avifauna, diversas algas y microorganismos contribuye a la producción de este mineral.

Bras del Port se encuentra enclavada en el Parque Natural de las Salinas de Santa Pola (declarado como tal en 1994). Un humedal de más de 2.500 hectáreas de terreno protegido de excepcional valor ecológico y un claro ejemplo de compatibilidad de los usos tradicionales, como es la explotación salinera, y la conservación del medio. Los extraordinarios valores ambientales de este paraje avalan su reconocimiento como humedal de importancia internacional incluido en el listado RAMSAR, así como en el Catálogo de Zonas Húmedas de la Comunidad Valenciana y en la Red Natura 2000 de Lugares de Interés Comunitario (LIC) y su declaración como Zona de Especial Protección para las aves (ZEPA) por la Unión Europea.

¿Qué especies podemos encontrar en el Parque Natural de las Salinas de Santa Pola?

Uno de los grupos de animales más numerosos que habitan nuestras charcas son las aves. De hecho, uno de los símbolos más reconocibles de las salinas marinas es el flamenco.

La avifauna del Parque Natural la completan especies como: el chorlitejo, la garcilla, la avoceta, varias especies de gaviota, otras tantas de ánades (zampullín, somormujo, tarro, pato colorado, cerceta…) y garzas, entre otras.

Podemos encontrar peces típicos, como el fartet, plantas muy características como el carrizo, la salicornia  o el endemismo (especie que únicamente habita en este espacio natural) conocido como limonium santapolense.

Sin olvidarnos de seres más pequeños pero no por ello menos importantes como la artemia salina (un invertebrado típico de la dieta alimenticia de los flamencos) y varios tipos de bacterias halófilas (capaces de vivir en entornos con alta salinidad).

Como veis, todo un tesoro natural muchas veces desconocido.